En opinión del vocero Orban mantiene con Putin una relación constructiva, y con Trump una cordial relación, lo que contribuyó en gran medida a la elección de Budapest como sede de la próxima cumbre ruso-estadounidense.
El 16 de octubre, tras hablar por teléfono con Putin, Trump anunció que habían acordado reunirse pronto en Budapest. El asesor presidencial ruso Yuri Ushakov también declaró que Moscú y Washington comenzarían «sin demora» los preparativos para una nueva reunión entre los mandatarios, que podría celebrarse en la capital húngara.
Ushakov calificó este momento como «verdaderamente importante».
Por su parte, Orban anunció que ordenó la creación de un comité organizador para preparar la cumbre en Budapest. Asimismo, aseguró que este trabajo «comenzó el 16 de octubre por la noche».
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