Una nota publicada en el sitio oficial de la Presidencia de la República resalta que, en cumplimiento de una amplia agenda de trabajo, Mattarella fue recibido este lunes por los monarcas belgas, Felipe y Matilde, en el Palacio Real de Bruselas, donde, tras presentar a sus respectivas comitivas, se intercambiaron obsequios.

Posteriormente, el Jefe de Estado se trasladó a la Tumba del Soldado Desconocido para una ceremonia de ofrenda floral, y posteriormente visitará el Palacio de la Nación, sede del Parlamento Federal, donde se reunirá con miembros del Senado y la Cámara de Representantes.

En horas de la tarde de hoy, el presidente realizará un encuentro con el primer ministro de Bélgica, Bart De Wever, y sus compromisos de esta jornada concluirán con un almuerzo de Estado en el Castillo de Laeken.

El próximo 21 de octubre, Mattarella y los reyes belgas participarán en los actos en conmemoración de la tragedia de Marcinelle, ocurrida el 8 de agosto de 1956, un dramático accidente en la mina de Bois du Cazier, al sur de la ciudad de Charleroi, en la región de Valonia, donde perecieron 262 mineros, 136 de ellos italianos.

También ese día el mandatario se reunirá con Philippe Close, alcalde de Bruselas, en el ayuntamiento capitalino, asistirá a actos culturales y visitará la Biblioteca Real de Bélgica, donde se le obsequiará una reproducción del Canto XV de la Divina Comedia.

En la noche del martes presenciará un concierto en el Teatro Real de La Monnaie y saludará al personal de la Embajada de Italia y de otras instituciones de su país en Bruselas.

El venidero 22 de octubre, el jefe de Estado se trasladará a la ciudad de Brujas, capital de Flandes Occidental, donde cumplirá un amplio programa de reuniones con autoridades locales de esa región, antes de regresar a Roma en la tarde de ese día, agrega la fuente.

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