Mediante un mensaje en su perfil en la red social X, el mandatario negó que ese proceso de cambios fuera pasado, sino que “la construcción de un país democrático, justo e incluyente continúa y nos demanda continuidad”. Ese es el legado de la Revolución, remarcó el jefe de Estado, hijo de Juan José Arévalo (en ese mismo cargo en Guatemala de 1945-1951), del que confesó antes que sus valores y ejemplos impulsan los pasos de su administración.
La Secretaría de Comunicación Social de la Presidencia informó que el mandatario dará un discurso conmemorativo por el Día de la Revolución a las 19:00, hora local.
En la propia plataforma, el Ejecutivo aseguró que recuerda y honra en esta fecha el espíritu de libertad y justicia que impulsó aquella transformación.
Esta mañana una marcha apoyada por sindicatos de distintas organizaciones de trabajadores avanzó con carteles y consignas como «Hasta la victoria siempre» desde El Trébol, por la Avenida Bolívar, hacia el centro histórico capitalino.
El Ministerio de Cultura y Deportes anunció que para la noche tiene programado un concierto en la Plaza de la Constitución, a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional y de la Banda Sinfónica Marcial del Ejército de Guatemala.
El 20 de octubre de 1944 la unión de ciudadanos, estudiantes, políticos opositores y parte del Ejército puso fin a medio siglo de dictaduras en este territorio centroamericano, lo cual marcó el inicio de un período en beneficio del pueblo.
Arévalo padre se convirtió en el primer presidente electo democráticamente al año siguiente y Jacobo Árbenz en 1951, con conquistas del proceso conocido como primavera democrática como la creación del Código de Trabajo.
La apertura de educación nacional sin discriminación, de los sindicatos, creación del IGSS, el voto de las mujeres, el derecho a la huelga y una reforma agraria, también resultaron huellas notables de esos años.
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