Según el parte de la cartera militar publicado este miércoles en su canal oficial de Telegram, ocho de los vehículos aéreos no tripulados tipo avión fueron derribados en provincia de Briansk; cuatro en las de Leningrado; tres en Pskov, e igual cifra sobre Rostov; dos en Nóvgorod; y uno per cápita en Oriol, Tver y Tula.
El ente castrense agregó en su nota que también fueron abatidos cuatro drones sobre las aguas del mar de Azov, tres sobre las del mar Negro y otros tres aparatos sobre la península de Crimea.
Por su parte, la agencia nacional del transporte aéreo Rosaviatsia informó del cierre provisional de los aeropuertos de Rostov y Sochi durante la jornada, con el fin de garantizar la seguridad de los pasajeros.
Desde el 24 de febrero de 2022, Rusia lanzó una operación militar especial en Ucrania, según el presidente, Vladimir Putin, para proteger a la población de «un genocidio por parte del gobierno de Kiev» y atajar los riesgos de seguridad nacional.
Los ataques con drones lanzados desde Ucrania contra objetivos militares y civiles en la retaguardia rusa se han convertido desde entonces en una práctica habitual.
Las provincias rusas limítrofes con Ucrania, como Bélgorod, Briansk, Kursk y Vorónezh, así como la península de Crimea, denuncian regularmente impactos de proyectiles, incursiones de drones y otros ataques desde el otro lado de la frontera, que obligan a la población a buscar refugio en otros lugares.
Durante los últimos meses, Ucrania centró sus ataques con drones en refinerías, depósitos de combustible y otras instalaciones de la industria petrolera de Rusia, principalmente en las provincias fronterizas, pero también en zonas más remotas como Nizhni Nóvgorod, Baskortostán o Tartarstán.
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