El acto inaugural tuvo lugar en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua), donde autoridades académicas y gubernamentales destacaron el carácter inclusivo y transformador del nuevo centro, concebido como parte de la política educativa del país.

La rectora de la UNAN-Managua, Ángela Rosa Munguía, resaltó que la academia ofrecerá más de ocho idiomas a estudiantes, docentes, profesionales y al público en general, con el propósito de promover el multilingüismo, la internacionalización y la formación integral.
Subrayó que el proyecto estará abierto a toda la población, sin distinción de edad, origen o nivel educativo, fomentando valores de paz, inclusión y respeto mutuo.
Según la académica, en apenas dos días de iniciadas las inscripciones, la matrícula superó las expectativas iniciales.
“Tenemos hasta el momento un poco más de mil 500 personas inscritas, prácticamente en todos los idiomas que hemos ofertado”, informó Munguía, al destacar la positiva acogida del nuevo espacio académico.
La atención se centrará inicialmente en cursos de formación lingüística, aunque —explicó la rectora— se prevé que en el futuro puedan abrirse programas de licenciatura y posgrado, especialmente en áreas como traducción e interpretación, acorde con las necesidades del país.
Los cursos incluirán inglés, francés, portugués, alemán, chino mandarín, ruso, entre otros idiomas.
Las instalaciones del centro docente cuentan con 12 aulas equipadas, auditorios, salas de tecnologías digitales y modernos espacios de aprendizaje, diseñados para ofrecer una enseñanza de alta calidad.
Por su parte, el canciller de Nicaragua, Valdrack Jaentschke, destacó que esta academia refleja el compromiso del Gobierno sandinista con el fortalecimiento de la educación en todos sus niveles.
“Refleja el compromiso de garantizar una formación integral, de calidad ,que genere bienestar y desarrollo para nuestros jóvenes y sus familias”, expresó Jaentschke.

Brian Willson es un veterano de guerra y activista estadounidense, reconocido en Nicaragua como “Héroe de la Paz” por su firme solidaridad con el pueblo nicaragüense durante los años 80.
Tras oponerse públicamente a la intervención militar de Estados Unidos en Centroamérica, perdió ambas piernas en 1987 al ser arrollado por un tren durante una protesta pacífica contra el envío de armas a la región.
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