Los rebeldes aseguraron en un comunicado que “las fuerzas de coalición del régimen de Kinshasa” llevaron a cabo la víspera una serie de ataques con drones CH-4 contra zonas densamente pobladas de Mpeti, Nzibira y sus alrededores, poniendo en grave peligro la vida de la población civil.

A través de un comunicado, alertaron a la opinión pública nacional e internacional sobre las acciones del Ejército, a la vez que reafirmaron su solidaridad con el pueblo congoleño, así como el compromiso de proteger a las personas y eliminar cualquier amenaza desde su origen.

Esta es la tercera denuncia por parte del AFC/M23 sobre violaciones del Gobierno de RDC, luego de la firma, el pasado 14 de octubre, de un documento para crear un mecanismo de monitoreo y verificación del alto el fuego.

El acuerdo encomienda al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) la función de intermediario neutral para la identificación y liberación de detenidos, y prevé el establecimiento de actores y modalidades específicos para la verificación del alto el fuego en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur.

El propósito es garantizar una supervisión eficaz de la pausa en las hostilidades en una región marcada por una prolongada inestabilidad.

El documento prevé que el mediador Qatar, Estados Unidos y la Unión Africana participen de ese mecanismo como observadores, comprometidos con la transparencia y el apoyo para alcanzar la paz en la Región de los Grandes Lagos.

Sin embargo, el mismo día de la firma se produjeron bombardeos en zonas bajo control de los rebeldes, denunciadas por estos, mientras que el sábado 18 de octubre igualmente hubo ataques de esta naturaleza sobre las zonas de Mpeti, Buhaya y sus alrededores.

De acuerdo con Actualité.CD, las bombas disparadas con drones este martes cayeron cerca de uno de los tres campamentos rebeldes de la zona, sin que se haya reportado la cifra de víctimas.

oda/mg