Según reportes del sitio Syria TV y fuentes locales, el conflicto estalló en las inmediaciones del campamento de inmigrantes franceses en la región de Harém, luego de que las autoridades sirias iniciaran una operación de seguridad en respuesta a informes sobre actividades ilegales llevadas a cabo por la mencionada facción yihadista.
Drones de reconocimiento sobrevolaron la zona para monitorear los movimientos de los milicianos, lo que elevó la tensión.
De acuerdo con fuentes de seguridad, el objetivo inicial de la operación no era atacar a combatientes extranjeros, sino rescatar a una menor de edad, supuestamente secuestrada por el propio grupo bajo las órdenes de Omsen.
La madre de la niña, también de nacionalidad francesa, había solicitado la intervención de las fuerzas sirias, denunciando el control de facto ejercido por el grupo yihadista sobre el campamento.
Durante la operación, las fuerzas de seguridad enfrentaron resistencia armada, incluyendo el uso de armas ligeras y pesadas por parte de la «División Ghuraba», tras recibir instrucciones directas de su líder para repeler cualquier intento de incursión.
Las autoridades señalaron que el operativo busca además desmantelar la estructura de la División Ghuraba y detener a Omsen.
La «División Ghuraba» emitió un comunicado acusando al Estado sirio de «colaboración con actores extranjeros» y amenazó con una escalada militar, lo que obligó a las fuerzas de seguridad a rodear el campamento ante el temor de nuevos enfrentamientos.
Por su parte, la Dirección de Seguridad Interna negó la existencia de una campaña general contra los migrantes y afirmó que más de 150 familias francesas residen en Idlib “en condiciones seguras y sin hostigamiento”.
Organizaciones yihadistas del norte de Siria también reaccionaron. A través de un comunicado fechado el 21 de octubre, expresaron su rechazo a los arrestos de miembros franceses de la División Ghuraba, y advirtieron que cualquier medida restrictiva podría desatar “la ira popular y yihadista”.
Omar Omsen, de 45 años, fue proscrito como «terrorista internacional» por Estados Unidos en 2016 y ha sido acusado por Francia de haber reclutado hasta el 80 por ciento de los yihadistas francófonos que viajaron a Siria e Iraq.
Tras su llegada a Siria en 2012, se vinculó inicialmente a Hayat Tahrir al-Sham (HTS) y más tarde a Guardianes de la Religión (Hurras Eddin, con ideología de Al-Qaeda), grupo ya desmantelado. Fue detenido por la HTS en 2020 por violaciones y abusos documentados en el norte del país, aunque fue liberado tras 17 meses.
Los recientes sucesos reavivan la preocupación por la presencia activa de combatientes extranjeros en Siria, en un momento en que el país sigue enfrentando desafíos en seguridad, reconstrucción y soberanía territorial tras años de conflicto.
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