Noboa y su gabinete regresan a Quito luego de que la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) anunciara el fin del paro nacional tras un mes de manifestaciones contra medidas del Gobierno, en particular contra la eliminación del subsidio al diésel.
Mediante sus cuentas en redes sociales, el gobernante agradeció a Latacunga, ubicada a unos 100 kilómetros al sur de Quito, por «acoger, respaldar y defender» a los funcionarios durante ese periodo.
«Cuando el país atravesó sus días más inciertos, Latacunga se convirtió en el corazón del Ecuador», escribió el presidente.
Después del fin de la subvención, que conllevó al alza del precio del diésel, el mandatario determinó el 13 de septiembre pasado el traslado del Gobierno a la capital de Cotopaxi como parte de su estrategia para afrontar las movilizaciones indígenas.
Ese día, Noboa dispuso, además, que la vicepresidenta, María José Pinto, trabajara desde Otavalo, ciudad de la provincia de Imbabura que se convirtió en uno de los puntos con más protestas, y desde este jueves también ella regresa a Quito.
Las protestas convocadas por la Conaie con carácter nacional tras el fin del subsidio al diésel dejaron tres muertos, cientos de heridos y detenidos, algunos acusados por el delito de terrorismo.
Aunque el Gobierno no dio marcha atrás a la medida del diésel, la Conaie informó sobre la decisión de poner fin al paro ante “la brutal represión ordenada por el Ejecutivo”.
“Exigimos al presidente Daniel Noboa desmilitarizar nuestras comunidades, liberar a los detenidos y reparar a las familias de las víctimas”, reclamó la organización, que aseveró que la “lucha no termina”.
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