La decisión, presentada por la presidencia turca y sometida a votación en sesión plenaria, fue respaldada por los diputados del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), el Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), el Partido del Bien (IYI) y el Partido Yeni Yol, mientras que legisladores del Partido Republicano del Pueblo (CHP) y del Partido Democrático (DP) expresaron su rechazo.

El texto de la resolución argumenta que la persistente presencia en territorio sirio e iraquí del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y del autodenominado Estado Islámico (Daesh, en árabe) constituye una amenaza directa para la seguridad nacional y la estabilidad regional de Türkiye.

De acuerdo con la resolución, la continuación de las operaciones militares turcas busca neutralizar amenazas terroristas, apoyar tareas de desminado, facilitar el retorno seguro de la población civil y eliminar posibles arsenales de armas químicas, en coordinación con la comunidad internacional y las autoridades sirias.

El documento enfatizó además que Türkiye actuará en el marco del derecho internacional y tomará todas las medidas militares y de seguridad necesarias para evitar la creación de hechos consumados ilegales en la región, que atenten contra la integridad territorial de Siria e Iraq.

En su contenido, la resolución reafirma el compromiso de Ankara con la coalición internacional contra el Daesh y cita resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, entre ellas la 2170 del 2014 y la 2254 del 2015, que respaldan la soberanía e integridad de ambos países y condenan las actividades terroristas.

En la misma sesión, el Parlamento aprobó una segunda moción que prorroga por dos años, a partir del 31 de octubre de 2025, la participación de las fuerzas turcas en la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL).

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