Con tal resultado, se superó nuevamente el objetivo del dos por ciento fijado por el Banco de Japón (BoJ).
El sector alimentario, sin contar los productos frescos, experimentó un alza del 7,6 por ciento en comparación con el mismo mes del año previo, según reflejan los datos expuestos por la Oficina de Estadística del Ministerio del Interior y Comunicaciones.
Los cereales, y en particular el arroz —pilar de la dieta japonesa— han sido los principales responsables del aumento.
En el último año, el precio del arroz llegó a duplicarse, y las medidas gubernamentales para contener esta tendencia aún no han mostrado resultados significativos.
Por otro lado, los costos energéticos también contribuyeron al incremento del índice. En septiembre, los precios de la energía subieron un 2,3 por ciento, mientras la electricidad ascendió un 3,2 por ciento y el gas un 1,9 por ciento.
Este panorama inflacionario plantea desafíos para la política monetaria del BoJ pues los hogares japoneses enfrentan un creciente costo de vida.
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