Este instrumento, una guía para la acción conjunta entre ambas partes durante el lapso mencionado, destaca la corresponsabilidad entre el Gobierno de México, la sociedad y el Sistema de Naciones Unidas para contribuir al desarrollo del país y su población.

Durante su intervención, el canciller Juan Ramón de la Fuente resaltó que la fortaleza del multilateralismo radica en su capacidad de traducir los compromisos en resultados tangibles para las personas, por ello consideró impostergable y urgente una reforma a la Organización.

Si bien la ONU sigue siendo la mejor herramienta para promover la paz, el desarrollo y los derechos humanos por su naturaleza universal, es necesario reflexionar sobre las mejoras necesarias a sus estructuras y métodos de trabajo, refiere un comunicado de la cartera.

De la Fuente consideró que a 80 años de su fundación, en la que su país participó activamente, los principios y propósitos de las Naciones Unidas mantienen una enorme coincidencia con los principios constitucionales de la política exterior mexicana.

Entre estos, mencionó la igualdad jurídica de los estados, autodeterminación de los pueblos, resolución pacífica de los conflictos, cooperación para el desarrollo y defensa de los derechos humanos.

Por su parte, el coordinador residente de ONU aquí, Peter Grohmann, exaltó la plena alineación del Marco con el Plan Nacional de Desarrollo 2024-2030 y presentó el acompañamiento de los fondos, agencias y programas del sistema de las Naciones Unidas a las prioridades nacionales.

En el contexto del evento tuvo lugar un panel en el cual los participantes profundizaron sobre las propuestas que podría impulsar esta nación de Latinoamérica con el objetivo de que la ONU esté mejor posicionada para atender los retos globales.

mem/las