La mañana en Santiago tuvo sabor a hazaña. Primero, la alemana Lea Friedrich encendió la jornada al destrozar la marca vigente con un 1:04.474, apenas unos meses después de que la propia Van de Wouw la estableciera en Heusden-Zolder. Pero la neerlandesa, lejos de quedarse atrás, respondió con una vuelta perfecta: 1:03.652. Casi ocho décimas de segundo más rápida, y suficiente para dejar al público sin aliento.
La campeona, que ya suma dos medallas de oro en este Mundial —velocidad individual y por equipos—, reafirmó el dominio de Países Bajos en las pruebas rápidas y consolidó su figura como una de las grandes del pedal femenino.
El duelo con Friedrich promete reavivarse esta tarde, cuando ambas vuelvan a encontrarse en las finales programadas en Peñalolén, un recinto que ha demostrado ser terreno fértil para los récords y la emoción pura.
Este certamen mundialista concluirá mañana, tras una semana en la que 22 especialidades han ofrecido espectáculo, vértigo y la confirmación de que Chile puede ser epicentro del ciclismo de élite.
mem/blc





