Según medios como el diario Le Figaro, la operación se realizó ayer de manera discreta y con una escolta motorizada para cubrir la corta distancia entre ambos lugares.

De momento no existen detalles de las colecciones puestas bajo mejor resguardo en las bóvedas del Banco de Francia.

El pasado domingo, cuatro ladrones robaron de la Galería Apolo del museo del Louvre ocho joyas pertenecientes a la realeza, por un valor estimado de 88 millones de euros, sin que las autoridades den con su paradero y el importante botín.

Se trata de collares, pendientes, un lazo de ramillete y una tiara que pertenecieron a las emperatrices o reinas Eugenia, María Luisa de Austria, María Amelia y Hortensia.

El robo desató las críticas al Gobierno por la insuficiente protección del patrimonio francés, contexto en el cual el presidente Emmanuel Macron demandó medidas urgentes para la próxima semana.

La fiscal de París, Laure Beccuau, manifestó esperanza en las más de 150 muestras levantadas de la escena del crimen, entre ellas las de ADN, y en los objetos que dejaron los malhechores en su fuga, como un casco, guantes y un chaleco.

“Los análisis requieren tiempo, aunque constituyan una prioridad para los laboratorios. Esperamos contar con esta información en los próximos días, la cual podría proporcionarnos pistas, en particular si los autores figuran en los archivos”, precisó el jueves al diario Ouest France.

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