«Por supuesto, las acciones emprendidas esta semana constituyen un paso hostil. Realmente han dañado las perspectivas de reactivar nuestras relaciones», dijo Peskov este domingo en entrevista concedida al periodista del canal Rossiya 1, Pável Zarubin.
Sin embargo, el portavoz presidencial afirmó que las sanciones no deben convertirse en un motivo para renunciar a las aspiraciones de restablecer las relaciones bilaterales. «Debemos hacer lo que nos beneficia», recalcó.
El 16 de octubre, el presidente estadounidense, Donald Trump, tras una conversación con su homólogo ruso, Vladimir Putin, anunció una posible cumbre de los dos mandatarios probablemente en las próximas dos semanas en Hungría para abordar la crisis ucraniana y el estado de las relaciones ruso-estadounidenses.
Sin embargo, en la noche del miércoles al jueves, Trump anunció la cancelación de la reunión con su homólogo ruso que se iba a realizar en Budapest. Putin, por su parte, señaló que se trata más bien de un aplazamiento del encuentro.
Paralelamente, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos informó el miércoles que Washington aplicó sanciones a las dos mayores empresas petroleras rusas, Lukoil y Rosneft, así como a sus subsidiarias, por la presunta falta de compromiso de Moscú con la resolución del conflicto en Ucrania.
El 22 de octubre, el director del Fondo Ruso de Inversión Directa y enviado especial del presidente ruso para la cooperación económica con países extranjeros, Kiril Dmítriev, declaró que los instigadores de guerra temen una posible cumbre entre Putin y Trump. No obstante, expresó su convicción de que prevalezca el diálogo por la paz.
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