Aunque bajó 15 puntos de lo obtenido en las presidenciales de 2023, el gobierno libertario consiguió el triunfo que necesitaba de la mano y los dólares de Donald Trump. La ola violeta recorrió el país y hasta ganó por 0,5 décimas la provincia de Buenos Aires; sin embargo, no le alcanza para tener mayoría en el Congreso.
Cuando asuma la nueva Legislatura el 10 de diciembre la alianza entre La Libertad Avanza y Propuesta Republicana (LLA-PRO) contará con 108 bancas, mientras Fuerza Patria más otros espacios justicialistas, 101, en la Cámara de Diputados de 257 cupos, reflejan los datos oficiales del Consejo Nacional Electoral.
De ese modo, tendrán que entrar en tratativas con Provincias Unidas (16), otros representantes provinciales (10), Unión Cívica Radical (7), otros distritales (6), Frente de Izquierda (4), Liberales (3) y la Coalición Cívica ARI (2), a fin de imponer proyectos de ley o derogar vetos presidenciales.
El presidente Javier Milei quien aspira a tener “el Congreso más reformista de la historia” y su coalición LLA-PRO necesitarán granjearse el apoyo de los llamados dialoguistas para poder impulsar su agenda de reformas; el menguado resultado del entramado de Provincias Unidas que quedo muy por debajo de lo idealizado, le abre espacios para encontrar compañía de potenciales aliados.
En Senado de 72 escaños, el panorama no es diferente: LLA tenía siete curules propios y obtuvo otros 13, para tener 20 butacas pintadas de violeta y se le suman las de sus aliados amarillos del PRO, para un total de 25, ante los 28 de Fuerza Patria.
De ahí, que tendrán que negociar con los nueve de la Unión Cívica Radical, los seis de los espacios provinciales, los tres de Provincias Unidas y un senador distrital.
Este resultado le permite al mandatario sortear unas semanas con más tranquilidad, pero lo deja ya sin el asidero de recurrir por todo lo malo a la herencia del gobierno anterior. A partir de ahora, todo lo que haga, será de su exclusiva responsabilidad.
Otro dato de interés, el experimento del tinglado de Provincias Unidas que crearon en julio pasado seis gobernadores, entre estos los de dos provincias de gran peso político (Córdoba y Santa Fe), que se presentó como el poder de centro para romper la polarización entre mileismo y peronismo, fracasó al obtener el 5,12 por ciento de los votos.
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