El excampeón mundial y medallista olímpico, que desde 2023 dirige el Comité Olímpico Nacional de su país, busca ahora liderar la federación reconocida por el Comité Olímpico Internacional (COI) para las competiciones de boxeo amateur, en reemplazo del neerlandés Boris van der Vorst, su presidente fundador.

A sus 42 años, “Triple G” se propone otro tipo de combate: rescatar el futuro olímpico del pugilismo y devolverle la credibilidad a un deporte que, fuera del ring, ha sufrido los golpes de la desconfianza institucional. “Trabajaré para asegurar el futuro olímpico del boxeo y restaurar la confianza mundial”, expresó el kazajo en su declaración oficial.

Golovkin, miembro además de la Comisión Olimpismo 365 del COI, delineó su programa con la precisión de un jab: lograr el pleno reconocimiento de la entidad en 2026 y garantizar la presencia del boxeo en Los Ángeles 2028 y Brisbane 2032.

“Queremos reconstruir la reputación de nuestra familia boxística, guiada por el respeto, la transparencia y la unidad”, añadió el expúgil, cuyo nombre aún resuena entre las cuerdas de una generación dorada.

World Boxing nació en 2023 tras la ruptura del COI con la Asociación Internacional de Boxeo (IBA), sancionada por irregularidades en su gobernanza. Desde entonces, la nueva federación libra una batalla diplomática para mantener al boxeo dentro del calendario olímpico.

Esta vez, Golovkin no busca un nocaut, sino un voto. Pero, como en sus mejores noches, promete pelear hasta el final del asalto.

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