El 23 de octubre de 1980 agentes de la Central Nacional de Informaciones, la policía secreta de la dictadura, arrestaron a la víctima, quien en ese momento tenía 22 años y seis meses antes había dado a luz.
La joven fue conducida al cuartel de la calle Borgoño, donde la interrogaron sobre nombres de personas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que participaban en la resistencia contra el régimen.
En su relato María Gabriela Barrenechea denunció que le aplicaron corriente en manos, brazos, tobillos y pubis.
Después de su liberación debió salir al exilio en Francia, con ayuda de la Vicaría de la Solidaridad.
Por la violación a sus derechos humanos, el fisco chileno deberá pagarle una indemnización de 150 millones de pesos (unos 159 mil dólares).
Según la Comisión Valech, durante el régimen pinochetista hubo más de 40 mil víctimas de secuestros, torturas, desapariciones forzadas y ejecuciones políticas.
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