El mar gris y el cielo encapotado, por los efectos indirectos del huracán Melissa, no impidieron que decenas de personas, portando flores y banderas de ambos países, recordaran a uno de los héroes más queridos por el pueblo cubano.
El joven guerrillero (1932-1959) nacido en una humilde vivienda del barrio habanero de Lawton, pasó a la posteridad como El Héroe de Yaguajay, localidad de la antigua provincia de Las Villas.
Allí, Camilo lideró la Columna Número 2 “Antonio Maceo”, librando una de las batallas más importantes en la fase final de la invasión dirigida por Fidel Castro, desde la Sierra Maestra hasta el occidente de la isla, con el objetivo de liberar a su país de la dictadura de Fulgencio Batista (1952-1959).
La ceremonia, cargada de simbolismo y emoción, tuvo lugar frente al mar Caribe, escenario elegido cada 28 de octubre para mantener viva la tradición de lanzar flores en su memoria.

El acto estuvo encabezado por el embajador de Cuba en la República Dominicana, Ángel Arzuaga, acompañado por el encargado de negocios de la embajada de Nicaragua, Neysser Reyes, y miembros de la misión estatal.
Presentes también representantes de la Campaña Dominicana de Solidaridad con Cuba, fuerzas políticas amigas, cubanos residentes en el país y el profesor Luis de León, presidente de la Cátedra extracurricular José Martí de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y el presidente de la Fundación Máximo Gómez, Yván Peña.
Camilo Cienfuegos desapareció en el mar un día como hoy de 1959, mientras cumplía una misión política apenas 10 meses después del triunfo de la Revolución.
La noticia del accidente entre Camagüey y La Habana estremeció a un pueblo que aprendió a admirarlo en muy poco tiempo.
El embajador destacó la absoluta confianza que Fidel Castro depositaba en Camilo, aquel joven alegre y jovial, alto y delgado, que muy rápido se ganó el respeto de sus compañeros.
Arzuaga evocó la imagen quizás más recordada de Camilo, situado al lado de Fidel durante su primer discurso en La Habana tras el triunfo de la Revolución.
Y la interrupción que Fidel hizo para preguntarle: «¿Voy bien, Camilo?», significando así la enorme confianza que el líder de la Revolución tenía en los criterios de su subordinado.
El homenaje a Camilo tiene lugar a horas de la votación en la Asamblea General de la ONU del proyecto de resolución que pide el fin del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a Cuba.
El diplomático se refirió a los daños que ocasiona esa política, que afecta la vida económica y social de la isla y constituye el principal obstáculo para su desarrollo, además de violar los derechos de todo un pueblo.
Denunció las campañas de presión y chantajes del gobierno de Estados Unidos, en especial del Departamento de Estado, para reducir el tradicional apoyo internacional a la resolución.
Arzuaga reafirmó la confianza en que la comunidad internacional respaldará nuevamente la resolución y advirtió: “A los que se doblan a las maniobras del imperialismo no les diremos nada; la historia se ocupará de enjuiciarlos”.

Comentó que este martes el canciller cubano, Bruno Rodríguez, refutó el discurso de Michael Waltz, representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, durante el debate sobre la necesidad de poner fin al bloqueo.
Resaltó además la amplia participación de oradores que abordaron el impacto del cerco económico, la resiliencia del pueblo y la solidaridad de Cuba con el mundo.
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