Muhammad Mahran, profesor de derecho internacional público, advirtió sobre la reciente aceleración del proyecto expansionista israelí en la Ribera Occidental, territorio ocupado tras la guerra de 1967.
Tales acciones pretenden crear una nueva realidad para impedir el establecimiento de un Estado palestino geográficamente contiguo, aseguró el analista en declaraciones a la agencia de noticias Shehab.
Mahran recordó que el derecho internacional considera ilegales todos los asentamientos judíos en la región.
Mientras el mundo tiene su mirada en la Franja de Gaza, el gobierno de Benjamin Netanyahu aceleró el ritmo de la anexión en Cisjordania, afirmó.
Ante esa situación, reclamó a la comunidad internacional actuar de inmediato e imponer sanciones económicas a ese país en lugar de limitarse a condenas verbales.
El silencio ante ese crimen equivale a ser cómplice de la liquidación de la causa palestina, subrayó.
En similar sentido se pronunció Fakhri Abu Diab, experto en temas de Jerusalén, quien acusó a las autoridades israelíes de intentar expulsar a los palestinos de la ciudad mediante “una serie de medidas arbitrarias”.
Recientemente, la Knesset (Parlamento israelí) aprobó dos proyectos de leyes en primera lectura para anexar toda o partes de Cisjordania, lo cual provocó una ola de condenas internacionales, en especial de países árabes.
En julio, el legislativo sancionó una moción no vinculante que abogó por imponer la sobernanía nacional en esa región palestina, ocupada de forma ilegal, según las leyes internacionales.
Semanas antes, 14 ministros y el presidente de ese órgano llamaron a Netanyahu a anexar Cisjordania.
El 19 de julio de 2024, la Corte Internacional de Justicia calificó de ilegal la ocupación de la Ribera Occidental y exigió el fin de los asentamientos y la evacuación de los colonos.
Más de 750 mil judíos viven en la actualidad en ese territorio, incluida Jerusalén Este, distribuidos en más de 180 asentamientos y 250 puestos de avanzada, según datos oficiales.
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