El informe, citado por el canal Syria TV, señaló que entre las víctimas se encuentran 15 niños y 14 mujeres, la mayoría ejecutadas extrajudicialmente en un contexto de tensiones y venganzas locales surgidas tras la caída del régimen anterior.
De acuerdo con la organización, los casos de secuestro afectaron a 89 personas, incluidas dos menores y cinco mujeres.
Detalló que cuatro de los secuestrados fueron liberados posteriormente, mientras que los cuerpos de 52 víctimas fueron hallados con heridas de bala pocas horas después de su desaparición. El paradero de otras 33 personas continúa desconocido.
La Red explicó que no dispone de cifras definitivas sobre el número de heridos, debido a la complejidad de los ataques y a la falta de una base de datos independiente sobre lesiones. Sin embargo, indicó que su documentación se basa en casos verificados y contrastados con fuentes locales y médicas.
El análisis geográfico de los incidentes muestra que las zonas más afectadas fueron barrios y aldeas de mayoría alauita, una minoría siria musulmana a la que pertenecía el ex presidente Al-Assad, entre ellas las zonas de Wadi Dahab, Karm Zaytoun, Mushrifah, Qabu y Mazraah, donde se registró el mayor número de asesinatos y secuestros.
La RSDH también reportó desplazamientos temporales de cientos de familias que temían represalias tras la caída del gobierno anteerior, aunque la mayoría habría regresado posteriormente a sus hogares, sin que se registraran desplazamientos forzosos permanentes. Según la organización, los testimonios recopilados y el análisis de los patrones de violencia apuntan a que la mayoría de los crímenes fueron cometidos por motivos de venganza contra antiguos miembros del ejército y las fuerzas de seguridad, en un contexto de tensiones sectarias persistentes en la región.
La Red Siria para los Derechos Humanos señaló que su trabajo de documentación se apoya en una metodología de verificación multisectorial, que incluye entrevistas con testigos y familiares, análisis de material audiovisual, verificación con fuentes médicas y el despliegue de observadores sobre el terreno.
En cuanto a la respuesta oficial, la RSDH indicó que las Fuerzas de Seguridad Interna han anunciado la apertura de investigaciones sobre algunos de los casos registrados y trabajan en la identificación de los responsables, tras realizar inspecciones en las zonas de los incidentes.
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