El Gobierno debe revisar muy seriamente sus políticas migratorias para reducir el alto número de foráneos que llegan aquí, señaló el también titular de Exteriores, en declaraciones a los medios antes de reunirse con el consejo de ministros.

Harris, del partido Fine Gael (conservador), opinó que el sistema de tramitación de solicitudes de asilo es ineficaz, tras ser preguntado por los disturbios ocurridos la pasada semana ante un hotel de acogida de migrantes en esta capital.

El hecho ocurrió el día 22 cuando cientos de manifestantes se congregaron por la noche frente al hotel CityWest, que alberga a varios refugiados en Saggart, al oeste de esta capital.

Los manifestantes portaban banderas irlandesas y pancartas con mensajes ultranacionalistas, según la cobertura de los medios de comunicación locales.

El número dos del Ejecutivo de coalición insistió en que esas protestas son inaceptables y las calificó de vandalismo, al tiempo que recordó que la inmigración benefició y seguirá beneficiando a Irlanda.

No obstante, opinó que las cifras de arribos son demasiado altas y reiteró que ese es un asunto que el Gobierno “debe reconsiderar muy seriamente”.

Según sus palabras a los migrantes que se les niega el derecho a permanecer en el país demoran mucho tiempo en abandonarlo; y por otra parte las solicitudes de asilo aumentaron de tres mil a 20 mil en los últimos años. Eso supone un aumento muy, muy significativo, y es demasiado alta, indicó Harris.

Tras su palabras el partido nacionalista Sinn Féin, líder de la oposición, afirmó que el sistema de protección internacional sigue sin funcionar y la toma de decisiones es demasiado lenta.

Las deportaciones no se monitorizan ni se ejecutan. Por desgracia y como siempre, Harris habla como si fuese un comentarista, en vez de como alguien que ha estado en el centro de los gobiernos que han presidido este desastre, subrayó su portavoz de Justicia, Matt Carthy.

De su lado el diputado socialdemócrata Gary Gannon dijo que la gestión de la política migratoria del Ejecutivo de Dublín es “caótica”, pues no ha logrado dotar adecuadamente al sistema de recursos ni establecer un número suficiente de centros de acogida estatales. Ahora, de forma cínica, Harris está tratando de culpar a las personas vulnerables atrapadas en un sistema roto por problemas creados por su Gobierno, agregó.

Las diatribas de uno y otro lado buscan culpar al otro bando de un problema de larga data que afecta a la región pero que afecta, en primer orden, a quienes tras largas y peligrosas travesías por mar o por tierra, buscan mejorar su calidad de vida.

Como miembro de la Unión Europea, este país sufre las consecuencias de carecer de una política regional para resolver el tema migratorio, por lo que la responsabilidad de establecer políticas sobre ese tema recae en los gobiernos de cada estado.

Los indocumentados que llegan aquí, como a otros países del bloque, buscan escapar del hambre, la escasez y las guerras en sus lugares de origen, pero quedan expuestos y desprotegidos ante la ausencia de un cuerpo legal que los respalde.

Directivos del ente integracionista reconocen el problema, discuten posibles soluciones pero aún no llegan a un concenso.

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