miércoles 17 de diciembre de 2025

Polémica en Ecuador por propuesta de Noboa de reforma de la salud

Quito, 30 oct (Prensa Latina) El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, expuso su interés de que ante una eventual nueva Constitución el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) deje de brindar servicios de salud, asunto que hoy es motivo de polémica.

Aunque el gobernante no ha expuesto todo su plan en caso de que gane en la consulta popular del venidero 16 de noviembre su propuesta de convocar a una Asamblea Constituyente, ya señaló la posibilidad de transformar el IESS y que la atención médica de esa institución sea transferida al Ministerio de Salud Pública (MSP).

El IESS es una entidad pública autónoma encargada de aplicar el Seguro General Obligatorio en Ecuador y, actualmente, ofrece tres grandes servicios: cobertura de salud a sus afiliados, pensiones y seguros de riesgos laborales, empleadores y otros beneficiarios.

La institución funciona, aunque con muchos problemas de desabastecimiento y demora de citas médicas, gracias a un modelo contributivo: los trabajadores y empleadores aportan porcentajes de salario para asegurar prestaciones de salud, pensiones, riesgos laborales, entre otros.

La afiliación puede ser por relación de dependencia, o sea, como empleado formal de una entidad pública o privada, como trabajador independiente o voluntario.

En su propuesta de cambio, el jefe del Ejecutivo argumenta que la dualidad de prestadores públicos de salud —IESS y Ministerio— genera duplicidades, costos elevados y complicaciones para los usuarios, y que el IESS debe enfocarse en sus funciones financieras y de seguridad social.

Sin embargo, la iniciativa ha generado preocupación entre analistas y ciudadanos, que advierten sobre un posible camino para la privatización de la sanidad.

El gobernante afirmó que ningún afiliado perderá sus beneficios y que la transición será gradual.

No obstante, la preocupación de muchos, como el parlamentario andino Virgilio Hernández, se debe a que los centros de salud pública enfrentan los mismos y hasta peores problemas que los hospitales del IESS.

En los últimos meses son comunes las noticias sobre la falta de medicamentos, insumos, más de 13 mil cirugías están en lista de espera y cómo en tres años el presupuesto del sector se recortó en 421 millones de dólares.

Por esa razón, el temor radica en que si el IESS deja de prestar servicios de salud -que en la actualidad no son los más eficientes- y el sistema público no da a abasto, quedarían apenas las clínicas privadas, donde la atención médica sería privilegio de unos pocos.

Aún no hay nada definido, pues para que Noboa materialice su idea es necesaria una reforma constitucional que los ecuatorianos deberán decidir si la desean o no en la próxima cita electoral del 16 de noviembre.

jha/avr

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