Sánchez se enfrentó hoy a una comisión de investigación de la Cámara Alta, que investiga el llamado caso Koldo, y otros expedientes de corrupción que salpican al Ejecutivo. Fueron duros los ataques y cuestionamientos, que tocaron también a la familia del gobernante.
Con aplomo, el inquilino del Palacio de la Moncloa, que es asimismo líder del Partido Socialista español (PSOE), se defendió de todos los dardos que le lanzaron y acusó al conservador Partido Popular (PP) de convertir en un lodazal al Senado.
Afirmó que la Cámara Alta, dominada por el PP, se ha puesto al servicio de la máquina del fango para el ‘acoso y la ‘vendetta’.
‘El Senado no nació para ser la sucursal parlamentaria de una estrategia partidista (…) ha una burda instrumentalización’ por parte del Senado, precisó.
No obstante, lamentó su enorme pena por la proyección de ciertos senadores del PP y la ultraderecha de Vox, aunque recalcó su profundo respeto por este estamento del Parlamento español, pese a los “fines absolutamente deleznables’ de un sector.
‘El Senado nació para ser una Cámara de representación territorial, de control democrático. Y hoy, por culpa de algunos, esta Cámara se está utilizando, se está desnaturalizando y se está desprestigiando (…) la corrupción es el circo del PP y un inmenso bulo construido a base de manipulaciones, de recortes de periódicos y de campañas de desigualdad’.
Sánchez defendió la inocencia de su esposa, Begoña Gómez, acusada sin pruebas contundentes por un juez cercano al PP, y señaló que la idea de la oposición es desprestigiar, no reconocer ninguno de los logros económicos y sociales del Gobierno, ocultar la buena marcha del país.
“Una caza de brujas montada para engañar a la ciudadanía (…), generar ruido ante la impotencia de articular un proyecto sólido para España. Han convertido esta comisión de investigación en algo que nada tiene que ver ni con comisión ni con investigación’, apostilló.
Una sesión de cinco horas en la que el PP, Vox y el partido afín UPN de Navarra, se las ingeniaron para turnarse en descalificaciones constantes a Sánchez, quien sorteó sin dificultades a pesar del tono bronco de sus interlocutores.
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