En homenaje a la fecha hay un feriado nacional en Ecuador, que se sumó al Día de los Difuntos y así, junto al fin de semana, conformaron un asueto de cuatro días que busca fomentar el turismo.

En ese contexto, medios locales resaltan que Cuenca está al 85 por ciento de ocupación hotelera en estos días de descanso y celebración, que cuentan con una amplia agenda de eventos culturales en parques y plazas.

La gesta por independizar la actual capital de la provincia de Azuay (sur), es considerada un capítulo crucial en la lucha por la emancipación del dominio español en América del Sur.

El 3 de noviembre de 1820, bajo el liderazgo de figuras prominentes como Abdón Calderón, Juan José Flores y otros líderes locales, ese territorio de los Andes ecuatorianos proclamó su independencia de España, contribuyendo significativamente al camino hacia la soberanía del país.

El proceso independentista se consolidó junto con el de otras ciudades de Ecuador dos años más tarde en la Batalla de Pichincha.

En el siglo XX, la ciudad experimentó un rápido desarrollo que la convirtió en una de las más hermosas de esta nación sudamericana, con una arquitectura que combina elementos coloniales y republicanos.

Esto le valió la declaración de Patrimonio de la Humanidad y es conocida por su artesanía, la amabilidad de su gente y su gastronomía.

Justamente, sus recetas tradicionales le valieron hace unos días la inclusión en la lista de ciudades creativas de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) en la categoría de gastronomía.

Actualmente, esa urbe austral se caracteriza por su seguridad y eso es un hallazgo en un país como Ecuador, donde cada mes se baten récords de homicidios y delitos asociados al narcotráfico.

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