Las audiencias se realizarán en distintos puntos de la llamada Ciudad Maravillosa.

Según la televisora CNN Brasil, el primer encuentro tendrá lugar en el Centro Integrado de Comando y Control, con Castro y otras autoridades como el secretario de Seguridad Pública del estado, el comandante de la Policía Militar, el delegado general de la Policía Civil y el director de la Superintendencia General de la Policía Técnico-Científica.

Más tarde, De Moraes platicará con el presidente del Tribunal de Justicia de Río, su fiscal general y el defensor público general de la división territorial. A las 18:00, hora local, el juez escuchará a Paes.

Tales interpelaciones se programaron dentro del marco del Alegato de Incumplimiento del Precepto Fundamental número 635, conocido como ADPF das Favelas.

De Moraes funge como relator provisional del proceso, mientras que la vacante dejada por el anterior relator, Luís Roberto Barroso, se cubrirá tras la toma de posesión del nuevo ministro.

Entre la información que debe presentar el titular del Poder Ejecutivo de Río figura un informe que detalle la megaoperación, con una definición previa del grado de fuerza empleado y la justificación formal para su ejecución.

De igual manera, el número de agentes involucrados, las armas utilizadas y la cifra oficial de muertos, heridos y detenidos. También el gobernador deberá informar, entre otras cuestiones, si adoptó medidas para garantizar la rendición de cuentas en caso de abusos y violaciones de derechos.

La megaoperación policial denominada Contención se realizó contra el narcotráfico en las favelas cariocas Alemão y Penha.

Dos de los fallecidos, de los 121, son gendarmes civiles y otros dos del Batallón de Operaciones Especiales de la Policía Militar.

Unos dos mil 500 agentes de seguridad de Río salieron el pasado martes a ejecutar 100 órdenes de arresto.

Los narcotraficantes respondieron con disparos y colocaron barricadas con neumáticos encendidos. Decenas de columnas de humo se pudieron ver desde varios puntos de la urbe.

También la Policía Civil declaró que, en represalia, los delincuentes lanzaron bombas desde drones.

El objetivo de la maniobra era arrestar a los líderes del Comando Vermelho, la mayor facción criminal de Río, y de frenar su expansión territorial. Ambos complejos albergan 26 comunidades.

A pesar de la operación masiva, el líder del Comando Vermelho en Penha, Edgar Alves de Andrade, alias Doca, logró evadir a la policía de Río y continúa prófugo.

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