El portavoz de Izquierda Unida (IU) en el Congreso de Diputados, Enrique Santiago, opinó que “el Consejo de Seguridad de la ONU se deja llevar por las presiones de Estados Unidos, irrespetuosas con el Derecho Internacional”
Santiago estuvo acompañado de Abdulah Arabi, representante del Frente Polisario en España, quien señaló que la resolución de la ONU “conlleva muchas contradicciones en su texto”.
Además, la supuesta propuesta de defensa de la autonomía que quiere Marruecos “que se ha ‘vendido’ como que ‘la ONU respalda eso…’ no es cierta, porque el Consejo de Seguridad no es la ONU, es una parte de Naciones Unidas.
Recordó que también la Asamblea General, acaba de aprobar una resolución por unanimidad en la que reclama el ejercicio del pueblo saharaui a su derecho a autodeterminación.
Por su parte, el diputado presentó una proposición no de ley impulsada y redactada por IU en el marco “que refleja el sentimiento de todo el grupo parlamentario de Sumar”, el cual “resalta el derecho a la libre autodeterminación del pueblo saharaui y, en segundo lugar, la necesidad de convocar el referéndum”.
Santiago aprovechó igualmente para expresar su preocupación de que la administración de Donald Trump “esté poco a poco forzando a que Naciones Unidas vaya apartándose de su misión de construcción de paz (…)”.
Días atrás, la eurodiputada española del Partido Podemos, Irene Montero, criticó con dureza la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre el Sáhara Occidental.
Consideró triste que la ONU, en contra del derecho a la libre determinación del pueblo saharaui, «haya cedido a las amenazas de los matones de Estados Unidos, que son un peligro para la humanidad».
Estados Unidos fue el impulsor de la iniciativa que respaldó el Consejo de Seguridad de la ONU, en contra de la postura del Frente Polisario, que lidera la defensa de los derechos de los saharauis, con el respaldo de Argelia.
Colonia española hasta 1975, el Sáhara Occidental está controlado en gran parte por Marruecos, pero Naciones Unidas lo reconoce como territorio no autónomo.
Con 11 votos a favor y tres abstenciones, el Consejo de Seguridad de turno adoptó el plan presentado por Marruecos en 2007, que otorga autonomía bajo soberanía marroquí para este vasto territorio desértico, abundante en fosfatos y en riqueza pesquera.
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