Palestina atraviesa una fase peligrosa y sin precedentes como resultado de la destrucción sistemática provocada por ese país, afirmó la Autoridad de Calidad Ambiental en un comunicado emitido con motivo de celebrarse este jueves el Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y los Conflictos Armados.
El medio ambiente palestino está siendo castigado doblemente debido a las repercusiones del cambio climático y a las políticas destructivas de ese país, recalcó la institución.
Ante esa situación, reclamó la activación de mecanismos jurídicos internacionales para proteger a Palestina.
Reveló que se trabaja con países y organismos globales para realizar una evaluación integral de los daños ambientales, el tratamiento del suelo y el agua en la Franja de Gaza, devastada tras dos años de conflicto.
La guerra allí tuvo “efectos catastróficos en los seres humanos y en los componentes del medio ambiente, tanto vivos como inertes, y en todos sus sistemas”, insistió.
Como ejemplo citó la destrucción de infraestructura, incluidos los sectores de agua, alcantarillado, residuos sólidos y energía, la contaminación del mar, del suelo y el aire; así como la acumulación de millones de toneladas de escombros.
Mientras, en Cisjordania, Israel también dañó el ecosistema mediante la confiscación y la destrucción de tierras, especialmente agrícolas, la expansión de asentamientos y la realización de ejercicios militares en espacios naturales y reservas, criticó.
Ello conlleva la degradación del suelo, la contaminación del aire, y el agotamiento de las aguas subterráneas, afirmó.
La Autoridad denunció que los colonos israelíes consumen más de 13 veces la cantidad de agua asignada a los palestinos y también controlan todas las cuencas hidrográficas de Cisjordania.
Destacó que la protección del medio ambiente palestino es un derecho humano fundamental, un pilar de la resiliencia nacional y de la soberanía sobre los recursos naturales.
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