Las embarcaciones MSC Seaview y Costa Diadema funcionarán como hoteles flotantes y ofrecerán cerca de seis mil plazas de alojamiento para delegaciones internacionales y otros participantes de la 30 Conferencia de Naciones Unidas sobre el Clima (COP30).
Tal iniciativa forma parte del plan federal para ampliar la capacidad hotelera de la capital del norteño estado de Pará y asegurar condiciones confortables y accesibles durante la cumbre climática.
Según el Gobierno, la medida refuerza el compromiso brasileño con una COP inclusiva, sostenible y exitosa.
El trayecto entre los barcos y el Parque da Cidade, sede principal del encuentro, tiene una duración promedio de 30 minutos y se realizará mediante un sistema gratuito de autobuses oficiales que circularán por vías exclusivas.
Un nuevo puente de acceso rápido, inaugurado en octubre, redujo a la mitad el tiempo de desplazamiento entre Outeiro y el centro de la ciudad.
«Cronometré el trayecto: desde el lugar de la COP hasta el puerto fueron 33 minutos y 27 segundos. Durante los días de la conferencia será aún más rápido, porque la Vía Expresa y la Vía del BRT serán exclusivas para los autobuses», explicó el ministro de la Casa Civil, Rui Costa, al supervisar el operativo.
Para recibir los dos cruceros, el puerto de Outeiro fue completamente modernizado gracias a una inversión de 233 millones de reales (cerca de 43 millones de dólares), financiada por Itaipú Binacional.
Las obras incluyeron la ampliación del muelle de 261 a 716 metros, la instalación de 11 estructuras de amarre y 10 puentes metálicos, además de un moderno centro de recepción de pasajeros con áreas de embarque, control de rayos X y servicios de atención.
«Este puerto impulsará el desarrollo económico, social y turístico de Pará, y colocará a Belém en la ruta del turismo nacional e internacional», afirmó Costa y certificó que aumentará el transporte de carga, generará empleo y traerá una nueva dinámica económica a la región.
Con la nueva infraestructura, el puerto de Outeiro se proyecta como punto estratégico del turismo marítimo en la Amazonia, integrando futuras rutas regulares de cruceros y fortaleciendo los sectores de hotelería, gastronomía, transporte y comercio local.
Mientras Belém recibe a miles de líderes, científicos y activistas de todo el mundo, los dos gigantes del mar fondeados en Outeiro simbolizan no solo una solución logística, sino también el espíritu hospitalario con que Brasil acoge la COP30, la cita climática más importante del planeta.
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