Efectivos de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado, unidad especializada del instituto armado, procedieron al arresto de los cabecillas de la organización, denominada también Barrio 18.

Las autoridades detallaron que los delincuentes, conocidos con los alias “El Callado” y “El Furioso”, fueron detenidos en el municipio del Distrito Central, integrado por Tegucigalpa y Comayagüela, su ciudad gemela.

Durante la operación, los agentes decomisaron a los pandilleros -de 14 y 16 años- dos armas de fuego, cartuchos sin percutir y al menos 30 envoltorios con hierba seca, presunta marihuana.

De acuerdo con el reporte oficial, los malhechores también estarían vinculados con actividades de extorsión contra negocios y el transporte.

Más temprano, las Fuerzas Armadas (FFAA) de Honduras arrestaron en Tegucigalpa a un miembro de la organización criminal Mara Salvatrucha (MS-13), por su presunta implicación en el tráfico de drogas.

A través de la Policía Militar del Orden Público, las FFAA lograron durante un patrullaje de rutina la aprehensión de un joven de 20 años, conocido con el alias “El Negro”, en la colonia capitalina Las Palmas, informó la institución castrense en la red social X.

Las autoridades encontraron en poder del detenido una significativa cantidad de sustancias ilícitas listas para su distribución, con 15 envoltorios de cocaína, 22 de crack y cinco de marihuana.

Estados Unidos designó a la pandilla Barrio 18 y a la MS-13 -presentes en varios países centroamericanos- como organizaciones “terroristas extranjeras”.

El Gobierno de Honduras defiende que la ampliación del estado de excepción parcial, puesto en marcha en 2022 para reducir los índices de violencia en 226 de los 298 municipios del país, es una herramienta legal esencial para enfrentar la criminalidad causada por las maras y pandillas.

Esos grupos delictivos, en particular Barrio 18 y la Mara Salvatrucha, dominan algunos barrios con un modus operandi basado en el asesinato y la extorsión, prácticas a las que se suman la amenaza y la persecución.

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