El último corte reflejó 37 mil 887 retornados por la nación norteña, cuando en 2024 fueron 53 mil 701, entre hombres, mujeres y menores, según estadísticas del Instituto local de Migración citadas por el diario Prensa Libre.
El número total de este periodo se divide en tres mil 334 durante enero, febrero (dos mil 241), marzo (dos mil 436), abril (dos mil 507), mayo (tres mil 607) y junio (cuatro mil 224).
Además, julio (cuatro mil 340), agosto (cuatro mil 398), septiembre (cuatro mil 748), octubre (cinco mil 540) y 512 en los primeros cinco días de noviembre.
La mayoría de los chapines –según el reporte- proviene del occidente y centro del país, con el departamento de Huehuetenango al frente (siete mil 186 personas), seguido de San Marcos (cuatro mil 824), Quiché (cuatro mil 113), esta capital (dos mil 160) y Alta Verapaz (mil 943).
Respecto al origen de los vuelos en el 2025, el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) archivó 215 desde Texas, 186 desde Luisiana, 17 desde Arizona, cuatro desde Florida y tres desde Ohio.
“A diferencia del 2024 —año de alto flujo migratorio en la frontera—, las actuales deportaciones se centran en quienes ya residían de forma irregular en Estados Unidos”, explicó el analista de estos temas Fernando Castro.
Proyectó que la cifra para fines de año desde Estados Unidos y México podría alcanzar entre 42 mil y 43 mil personas, al considerar los factores que inciden actualmente.
La verdadera alarma, advirtió Castro, radica en las más de 253 mil órdenes finales de deportación contra guatemaltecos vigentes hasta noviembre del 2024, algo que se incrementa diariamente.
Durante el año anterior el IGM atendió a 76 mil 768 regresados, 66 mil 16 por vía aérea provenientes de Estados Unidos y México. Desde esta nación vecina 10 mil 752 arribaron por tierra.
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