El incidente ocurrió en los alrededores de la localidad de Abu Al-Duhur, cuando los menores jugaban en un campo agrícola donde aún permanecen explosivos remanentes de la guerra, informó la Defensa Civil Siria.
La entidad advirtió que las municiones sin explotar, incluidas minas, continúan representando una grave amenaza para la población civil, especialmente para los niños, que suelen desconocer su peligro.
También, subrayó que esta contaminación bélica obstaculiza las labores agrícolas y el retorno de las familias desplazadas en amplias zonas del país.
De acuerdo con datos de la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), entre el 1 de enero y el 30 de junio de este año murieron 390 civiles, entre ellos más de un centenar de niños, a causa de los remanentes explosivos remanentes de la guerra en Siria.

La OCHA destacó que la presencia de municiones sin detonar “sigue teniendo un impacto mortal en toda Siria”, mientras que el Observatorio de Minas Terrestres reportó un aumento del 22 por ciento en el número de víctimas durante 2024 respecto al año anterior.
Por su parte, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió que la tasa de heridos registrada en 2025 indica una posible escalada del problema.
En respuesta a esta situación, el Ministerio sirio de Situaciones de Emergencia y Gestión de Desastres organizó recientemente un taller en Damasco, en cooperación con el CICR, para debatir la creación de un centro nacional de acción contra las minas.
Durante el encuentro, el ministro del ramo Raed Al-Saleh reconoció que los explosivos y las minas constituyen uno de los mayores desafíos que enfrenta el país, y señaló que los esfuerzos actuales solo cubren el 10 por ciento del trabajo necesario para limpiar las áreas contaminadas.
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