También llamada paludismo, se trata de una enfermedad febril aguda causada por el parásito Plasmodium, que se transmite por la picadura de un mosquito Anopheles hembra infectado.
Los síntomas, que incluyen fiebre, dolor de cabeza y escalofríos, pueden ser leves, pero si no se trata, puede evolucionar a formas graves e incluso causar la muerte.
“Cada caso de malaria es prevenible y tratable”, afirmó el doctor Jarbas Barbosa, director de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en ocasión de celebrarse este jueves el Día de la Malaria en las Américas.
“Contamos con las herramientas para eliminar la malaria, pero esto solo será posible si los servicios de salud y las comunidades trabajan juntos para que las pruebas y el tratamiento estén disponibles para todos, en todas partes”, señaló.
La OPS destacó los avances en la región, donde Suriname se convirtió este año en el primer país de la cuenca amazónica en recibir la certificación de libre de malaria por parte de la Organización Mundial de la Salud, uniéndose a Paraguay (2018), Argentina (2019), El Salvador (2021) y Belice (2023).
Otros países también registran progresos importantes: Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Guayana Francesa y México reportan el número más bajo de casos de malaria y están cerca de lograr la eliminación.
En tanto, Honduras y Nicaragua han reducido los casos de Plasmodium falciparum en un 70 y 52 por ciento, respectivamente, acercando a Centroamérica a la eliminación total de este parásito.
En 2024, las Américas registraron más de 537 mil casos de malaria, un aumento del seis por ciento en comparación con 2023 (505 mil casos).
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