El texto censura también la politización y el enfoque selectivo al abordar los derechos humanos, convertidos en una práctica que Estados Unidos y sus aliados adoptan como habitual, mientras intentan esconder sus propias transgresiones.

La Asal y en nombre de todos los amigos de Cuba en el mundo árabe, precisa que la isla es víctima de la manipulación del tema y su abordaje siempre se realiza desde una mirada parcializada por los intereses de la Casa Blanca.

La declaración, fechada en Beirut, indica que tal maniobra pretende presionar y justificar una guerra económica que, en sí misma, constituye una flagrante violación de los derechos que dicen defender.

Cuba es Estado parte en 44 instrumentos internacionales de protección a estos derechos, y muestra avances reconocidos a nivel mundial en salud, educación, cultura, deporte e igualdad, describe el documento de unas seis páginas.

La declaración, “Contribución de la Asociación de Solidaridad Árabe– Latinoamericana «José Martí» (ASAL), sobre su percepción en cuanto al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, así como el impacto del bloqueo en los derechos humanos del pueblo cubano” se pronuncia frente al Alto Comisionado de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

Los firmantes señalan, además, la tergiversación y campañas mediáticas con las que intentan empañar la grandeza de la Revolución cubana y su humanismo.

La ASAL es una organización no gubernamental que lucha para consolidar puentes de comunicación, amistad y solidaridad entre los pueblos árabes y latinoamericanos y por la defensa de los derechos humanos, la paz y la cooperación entre pueblos y naciones.

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