La fase proselitista concluirá el jueves 13 para dar paso al silencio electoral antes de la votación, que definirá temas como la reinstalación de bases militares extranjeras, el fin del financiamiento público de partidos, la reducción de legisladores y la posibilidad de una nueva Constitución.
La Asamblea Nacional (Parlamento) aprobó la licencia solicitada por Noboa, quien promueve el Sí, mientras organizaciones sociales, sectores populares y académicos llaman a votar por el No.
Ellos advierten que de avanzar las propuestas del mandatario no resolverán los problemas del país y peligran tanto la soberanía como los derechos conquistados, al tiempo que puede restringirse la representación política.
En las calles de Quito se ven carteles a favor y en contra de las iniciativas del jefe del Ejecutivo.
Una encuesta de la empresa Clima Social reveló una tendencia mayoritaria de rechazo a la pregunta sobre permitir bases militares extranjeras, aunque muchos apoyan la reducción del número de asambleístas y el resto de las propuestas.
El tema de las bases militares y de la nueva Constitución son los más cuestionados hasta ahora.
“Nuestra coyuntura nos avoca a una posible Constituyente, aunque no sabemos con claridad qué propone el presidente, parecería que está pidiendo un cheque en blanco”, señaló recientemente el economista Alberto Acosta, que lideró la Asamblea Constituyente de Montecristi.
En su opinión, quieren cambiar la ley de leyes vigente desde 2008 porque pone en riesgo privilegios de las élites y en cuanto al retorno de bases militares extranjeras afirmó que no buscan proteger la integridad del Estado ni combatir el narcotráfico, sino que Ecuador asuma un papel de peón en el ajedrez de la geopolítica internacional.
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