“México quiere reafirmar, en este espacio, la plena vigencia de la proclama de América Latina y el Caribe como zona de paz, y nuestro compromiso absoluto con la soberanía, la integridad territorial y la autodeterminación de los pueblos”, expresó al intervenir en la IV Cumbre Celac-UE.
Durante la cita entre las naciones de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE), el titular subrayó que una relación birregional fortalecida es indispensable para enfrentar los desafíos globales.
“Para afrontar estos retos se requieren alianzas estables y mutuamente acordadas. Una alianza impuesta no es una alianza”, aseveró el funcionario, al agregar que América Latina y el Caribe es, y deberá seguir siendo, una región de paz.
“Por ello, nos sumamos al llamado para que prevalezcan el diálogo y la diplomacia en la relación de nuestras controversias. Así lo marcan nuestros principios constitucionales de política exterior, y la Carta de las Naciones Unidas”, señaló.
A su juicio, para una convivencia armónica entre países y entre regiones es fundamental el respeto al derecho internacional.
Instó a que la relación birregional entre Europa y Latinoamérica no descanse sólo en la cooperación tradicional, sino en asociaciones equilibradas más modernas y audaces, capaces de generar beneficios concretos y de fortalecer las capacidades culturales, científicas, tecnológicas, productivas y sociales.
De la Fuente aludió a la próxima firma entre México y la UE de un acuerdo global modernizado que actualiza el suscrito hace 25 años para fortalecer el diálogo político, la cooperación para el desarrollo y la inversión estratégica.
En ese sentido, manifestó la necesidad de trabajar con proyectos específicos en sectores como energías limpias, industria farmacéutica, infraestructura y manufacturas avanzadas, que fortalezcan las cadenas productivas y el desarrollo sostenible de todos los estados de América Latina y el Caribe.
Para el canciller, esta cumbre reafirma que, frente a los desafíos globales, la cooperación no sólo es un instrumento para el desarrollo, sino una expresión de voluntad política y de una visión compartida.
“América Latina y el Caribe, y la Unión Europea comparten un tejido político y cultural singular. Somos dos regiones que creemos en el multilateralismo, en un orden internacional basado en reglas, en la solución pacífica de las controversias, en la autodeterminación de los pueblos”, dijo.
Llamó a seguir avanzando hacia una asociación más estratégica entre ambos bloques, a partir de una renovada visión internacional y con respeto mutuo.
El titular se sumó a las voces que en esta cumbre manifestaron que la próxima secretaria general de la ONU debe ser una mujer latinoamericana.
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