La entidad precisó que hubo la ocurrencia de dos fenómenos más en el interior del estado durante la noche del 7 de noviembre.

También la Simepar finalizó la clasificación del tornado que ya se había corroborado en el municipio de Rio Bonito do Iguaçu. Los otros ocurrieron en Turvo y Guarapuava.

Los análisis se realizaron con videos, sobrevuelos e inspecciones terrestres. El equipo técnico continúa realizando estudios y revisiones de otros posibles sucesos.

Según la agencia, las condiciones atmosféricas, con una gran afluencia de calor y humedad, además de la intensificación y el cambio en la dirección del viento con la altitud, crearon un ambiente favorable para la formación de tormentas severas y tornados en el estado.

Alrededor de las 18:00, hora local, del viernes, una supercélula tormentosa azotó Río Bonito do Iguaçu, causando importantes daños en la zona urbana.

Se trató de un tornado de categoría F3 en la escala Fujita, con vientos estimados entre 300 y 330 km/h. Seis personas fallecieron y 750 resultaron heridas.

Posteriormente, otras dos tormentas severas también generaron borrascas: una en Guarapuava, especialmente en el distrito de Entre Ríos, clasificada como F2, con vientos cercanos a los 250 km/h; y otra en Turvo, al sur del centro urbano, también denominada F2, con fuertes corrientes de aire de unos 200 km/h.

Los análisis se realizaron utilizando imágenes del radar meteorológico Cascavel, observaciones de un sobrevuelo realizado por un perito de Simepar en Río Bonito do Iguaçu y la región circundante, junto con ingenieros del Cuerpo de Bomberos, y registros compartidos por el público y los medios de comunicación.

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