El mandatario aseguró que Bolivia tiene el respaldo del canciller japonés, Iwao Horii, para disponer de esos recursos procedentes de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA por sus siglas en inglés) para la ayuda al desarrollo y emplearlos en la estabilización de la economía.
“El ministro de Exteriores de Japón, junto a su equipo, han respaldado la lógica del uso de los 100 millones de dólares que hay”, sostuvo Paz al final de una reunión la víspera con el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Johann Wadephul, en la ciudad de Santa Cruz.
Con un interés casi nulo, el préstamo de Jica originalmente se gestionó como una reposición por los recursos erogados en el enfrentamiento a la pandemia de Covid-19.
Sin embargo, fue rechazado por la Asamblea Legislativa Plurinacional en un contexto de enfrentamiento al Gobierno del expresidente Luis Arce y estuvo en riesgo de perderse porque su contrato fenecía durante el mes en curso.
El embajador japonés en Bolivia, Onomura Hiroshi, incluso, realizó infructuosas gestiones públicas ante los legisladores y el Ejecutivo.
Con estos antecedentes, el Gobierno del presidente Paz solicitó a Japón la ampliación del plazo para nuevamente reactivar el procedimiento en el Órgano Legislativo y lograr su aprobación.
“Estos recursos serán para beneficio de la población en las necesidades que tenemos”, sostuvo el dignatario.
Paz atribuyó este resultado a la apertura de Bolivia al mundo que se logró el mismo 8 de noviembre último, cuando juró el cargo de presidente en la capital política del país, en presencia de más de 50 delegaciones internacionales, entre ellas la que encabezó el canciller Iwao Horii.
“Lo nuestro no es ideológico, lo nuestro tiene un sentido pragmático de ayudar y solucionar los problemas de los bolivianos”, reiteró el nuevo mandatario, al justificar su distanciamiento de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) y su asunción de la política afín al Gobierno de Estados Unidos.
Destacó también Paz la visita al país del ministro federal de Relaciones Exteriores de Alemania, Johann Wadepul, lo cual refleja la apertura de Bolivia al mercado alemán, a su tecnología y en general a “relaciones en beneficio de las necesidades de los bolivianos y bolivianas, y sacar la economía adelante”.
Expresión del pragmatismo que caracteriza hoy a la diplomacia de Bolivia fue también la presencia en el país andino amazónico del enviado especial del presidente chino, Xi Jinping, Li Guoying, quien se entrevistó con Paz.
La noche de este lunes, asimismo, el jefe de Estado sostuvo una reunión con la economista brasileña Susana Cordeiro, vicepresidenta del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, quien expresó la disposición del organismo de “impulsar el crecimiento, la generación de empleo y la prosperidad en el país”.
En sus redes sociales, Paz informó que “este acercamiento permitirá articular cooperación técnica y financiera para nuestro plan de gobierno, priorizando infraestructura, innovación productiva y fortalecimiento institucional”.
Junto a él, estuvo presente en ese encuentro el ministro de Economía, José Gabriel Espinosa, quien anunció “buenas noticias” para el país.
mem/jpm
