La investigación de la plataforma en línea de inversiones Genial y el instituto Quaest indica que un 47 por ciento de los inquiridos aprueba el desempeño de la administración del exdirigente obrero, mientras que el 50 la desaprueba.

En octubre, las cifras fueron del 48 y 49 por ciento, respectivamente.

Los datos están basados en un estudio realizado por Quaest entre el 6 y 9 de noviembre, con dos mil cuatro personas de todas las regiones del país. El margen de error es de dos puntos porcentuales, más o menos, y el nivel de confianza es del 95 por ciento.

De acuerdo con Quaest, la reciente megaoperación policial en las favelas Alemão y Penha en Río de Janeiro, que dejó 121 muertos, junto con las declaraciones de Lula al respecto, influyeron de forma negativa en la percepción pública.

«Si bien el aumento de tarifas modificó la trayectoria de aprobación de Lula, la agenda de seguridad pública interrumpió la luna de miel tardía del Gobierno con el electorado independiente», evaluó Felipe Nunes, director del instituto.

La desaprobación entre el electorado independiente subió cuatro puntos, alcanzando el 52 por ciento, mientras que la aprobación cayó al 43.

Entre las mujeres, que en octubre mostraban una ligera mayoría de consentimiento, el panorama actual es de empate técnico: 51 por ciento aprueba y 46 reprocha.

También la mengua se observa entre los brasileños con ingresos superiores a cinco salarios mínimos (unos 250 dólares al mes), en el que la desaprobación se disparó al 56 por ciento, frente al 42 de aprobación.

En la franja católica, que anteriormente mostraba una mayoría a favor del Gobierno, la encuesta indica un empate técnico.

Los beneficiarios del programa Bolsa Familia (transferencia de ingresos que brinda apoyo financiero a familias en situación de pobreza y extrema pobreza) mantienen un fuerte apoyo al gobierno: 65 por ciento de aquiescencia frente a 32 de desaprobación.

De igual manera, la muestra revela que la evaluación es más negativa entre los brasileños con educación superior completa (60 por ciento de reproche y 38 de asentimiento), mientras que aquellos con solo educación primaria tienden a respaldar más al gobierno (55 por ciento de aprobación).

Quaest investigó además la percepción de los brasileños sobre la reunión de Lula con su homólogo estadounidense, Donald Trump.

Para un 45 por ciento de los interrogados, el mandatario brasileño salió fortalecido tras la cita con el republicano.

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