Durante el acto por el aniversario 50 del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países, el titular del Consejo de Estado recordó las circunstancias especiales en las cuales el 15 de noviembre de 1975, ambos países formalizaron un vínculo que había nacido mucho antes en el tiempo.

En presencia del ministro de Estado y jefe de la Casa Militar, Francisco Pereira Furtado, Lazo recordó los vínculos de la isla con los movimientos independentistas del continente y la cooperación militar en territorio angoleño.

Aludió a las batallas de Kifangondo, Cabinda y Ebo, en 1975, que salvaguardaron la declaración de la independencia, la soberanía y la integridad territorial frente a los invasores, y en las cuales participaron numerosos hijos de la nación caribeña, tras la solicitud de ayuda de quien fuera el primer presidente, António Agostinho Neto.

“Esa relación de colaboración y solidaridad que nació en medio de las balas se ha transformado en un ejemplo de la cooperación sur-sur en los tiempos de hoy. En momentos difíciles como durante la lucha contra las pandemias y los desastres naturales, Cuba y Angola han demostrado que su amistad es un escudo contra la adversidad”, sostuvo Lazo.

Añadió que el aniversario 50 no es solo una oportunidad de rememorar batallas y gestas de ayer; es también momento de renovar el impulso y proyectos conjuntos en la salud, la educación, la agricultura, en el deporte y otros sectores, consideró.

Agradeció la solidaridad de Angola frente a la agresividad del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra la isla, e igualmente expresó gratitud por la entrega de medallas conmemorativas por los 50 años de independencia, en su Clase de Honor, a los líderes de la Revolución Cubana, Fidel y Raúl Castro.

“Al celebrar este medio siglo de hermandad y solidaridad, nuestra alianza es un legado vivo, no es reliquia del pasado, sino un compromiso para el futuro. Las venideras generaciones no deben recordar solo las balas y los cañones, sino la fuerte cooperación y solidaridad mutua entre nuestros pueblos”, enfatizó.

Pereira Furtado, por su parte, significó la historia común compartida y dijo que Angola y Cuba se convirtieron en naciones hermanadas por la lucha y la esperanza.

Subrayó que la solidaridad cubana es una página luminosa y que el pueblo angoleño reconoce con profunda gratitud el sacrificio de los hijos de la nación caribeña, muchos de los cuales dieron su vida en estas tierras.

Destacó que la asociación entre los dos países, marcada por la lealtad, el respeto mutuo y la convicción de que la solidaridad entre los pueblos es la más alta expresión de humanidad, está viva en el presente, pues la isla continúa contribuyendo activamente al desarrollo de la salud, la educación y la sociedad.

“Cuba fue, es y continuará siendo un socio fiel de Angola, y en la amistad que nos une permanece un legado vivo de solidaridad, coraje y compromiso con el bienestar de los pueblos”, aseguró.

En el acto estuvieron presentes el vicepresidente de la Asamblea Nacional angoleña, Américo Cuononoca, así como otras figuras del Gobierno, integrantes del cuerpo diplomático acreditado, combatientes cubanos y angoleños, representantes de los colaboradores cubanos, las organizaciones de solidaridad con Cuba y de la comunidad cubana.

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