Argentina: “Lawfare for ever”

Buenos Aires, 13 nov (Prensa Latina) Cristina Fernández advirtió tras las elecciones del 26 de octubre que el poder económico, que es el político real, estaba empeñado en acabar con el kirchnerismo, y la guerra judicial abierta contra ella y exministros kirchneristas así lo demuestra.

Hoy se presentó en el complejo de tribunales de Comodoro Py Julio De Vido, exministro de Planificación Federal de Cristina, para cumplir la pena de cuatro años de prisión por la Tragedia de Once luego que la Corte Suprema dejara firme la sentencia del Tribunal Oral Federal 4 por esa causa que presidió el juez Claudio Bonadio, un febril antikirchnerista.

El trío de magistrados supremos Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, los mismos que confirmaron la condena contra la expresidenta, rechazaron por “inadmisibles”, incluso los recursos del Ministerio Público Fiscal y de la defensa contra la sentencia que incluyó también inhabilitación especial perpetua a ocupar cargos públicos.

Cristina Fernández también fue proscrita políticamente de por vida en la Causa Vialidad, además de seis años de cárcel que se la conmutaron a prisión domiciliaria. Ahora enfrenta otro juicio, el de la Causa Cuadernos.

En 2018, cuando ya el triunvirato de Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti, los amigos del entonces presidente Mauricio Macri estaban instalado en el tribunal superior, comenzó el juicio a De Vido acusado de supuestamente incumplir su deber de controlar el uso de los fondos públicos asignados a la concesionaria Trenes de Buenos Aires (TBA).

El proceso tuvo de base un lamentable, triste y fatal accidente en febrero de 2012 de una formación del Tren Sarmiento cuyo maquinista no pudo controlar y se estrelló contra el andén de la Estación Once, del barrio Balvanera, con el mortal saldo de 52 muertes y más de 300 heridos.

Por esos años de mandato de Macri con una amigable Corte Suprema también comenzaron conducidas por Bonadío e investigadas por el fiscal Carlos Stornelli, otro feroz antikirchnerista, las causas Vialidad y Cuadernos contra la exdignataria.

El mes pasado, el mismo trío de jueces ratificó dos condenas contra el ex secretario de Comercio Interior durante el kirchnerismo, Guillermo Moreno. Las sentencias —una de dos años de prisión y otra de dos años y medio, ambas en suspenso— implican también su inhabilitación absoluta para ejercer cargos públicos, una de ellas con carácter perpetuo. Moreno cometió el delito de enfrentarse al poderoso Grupo Clarín.

Este jueves, tiene lugar la segunda vista del otro juicio contra Cristina Fernández, esta por la Causa Cuadernos, en la que está acusada junto a 19 exfuncionarios de su gobierno, 65 empresarios y dos choferes.

Están siendo juzgados por presuntamente liderar, organizar e integrar una asociación ilícita -de acuerdo a cada caso- que funcionó en el ámbito del Poder Ejecutivo Nacional para recaudar dinero de empresas constructoras, de energía y transporte, a cambio de la adjudicación de contratos estatales.

El nombre de Cristina no aparece en ningún renglón de los cuadernos utilizados como evidencia principal, y el fiscal Stornelli fue imputado por torturar a los dos choferes “arrepentidos” para que acusaran a la exmandataria e implicaran a sus funcionarios. El juez que inició la causa, una vez más Claudio Bonadio.

En la manera que se programó el juicio vía Zoom con audiencias cada jueves podría durar hasta cinco años.

Ahora la Cámara Federal de Casación Penal, que preside actualmente el juez Daniel Petrone, otros de los que figura en las causas contra el kirchnerismo, quiere darle “presencialidad, celeridad e inmediación” al proceso con vistas al menos tres veces por semana. Espectáculo judicial garantizado durante los próximos dos años de mandato del presidente Javier Milei.

Los tres jueces que presiden la causa, Enrique Méndez Signori, Germán Castelli y Fernando Canero, deberán reunirse con Petrone el martes próximo en Casación para deliberar sobre cómo acelerar el proceso.

mem/mh

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