Por primera vez, el Ejecutivo entrega una propuesta, cuyo centro de ingresos tiene mayor peso en los sectores al margen del petróleo, lo cual es considerado como una expresión de los resultados de la diversificación económica del país.
Las ramas no petroleras han crecido en el último año, donde solo la producción industrial registró un aumento de aproximadamente el 12 por ciento en los últimos 12 meses, según registros del Instituto Nacional de Estadísticas.
El proyecto de PGE prevé medidas fiscales y ajustes a las tasas del Impuesto Especial al Consumo (IEC) sobre bebidas alcohólicas y cigarrillos, cuyos ingresos se destinarán a la compra de medicamentos.
Otros aspectos importantes son el respaldo a la continuidad de las acciones en el ámbito social, en particular la ampliación del Programa Nacional de Alimentación Escolar y el fortalecimiento de las inversiones en salud, infraestructura y apoyo a la producción nacional.
También se prioriza el fortalecimiento de programas como Kwenda y se refuerza el capital del Banco de Desarrollo de Angola (BDA) con 100 mil millones de kwanzas (alrededor de 109 millones de dólares), con el objetivo de financiar proyectos productivos que impulsen la diversificación y modernización de la economía.
El presupuesto se calculó sobre la base de un costo de 61 dólares el barril de petróleo, un precio de referencia que obligará al Ejecutivo a un ejercicio fiscal en busca del equilibrio macroeconómico sin recurrir al aumento de la deuda pública.
Las proyecciones de la deuda pública para 2026 apuntan al 46 por ciento del presupuesto total, un porcentaje que demanda mayor moderación en el gasto.
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