Así lo informó el canciller bolivariano, Yván Gil, en un mensaje en su cuenta de Telegram que acompañó con un audiovisual en el que su representante permanente ante el organismo internacional en Nueva York, Samuel Moncada, leyó la misiva en inglés.

Gil señaló que los comentarios de Dujarric “equiparan injustamente a Estados Unidos y Venezuela como partes iguales en un llamado a desescalar tensiones, cuando en realidad no se trata de simples tensiones”, afirmó.

El alto diplomático manifestó que la administración estadounidense “actúa como agresora”, al militarizar la región del Caribe y ejecutar acciones extrajudiciales mientras amenaza al pueblo venezolano.

Subrayó que, ante esta situación, “Venezuela reafirma su compromiso con la Diplomacia Bolivariana de Paz y su derecho legítimo a defender su soberanía y verdad”.

Moncada, entre tanto, expresó que en la carta rechazó las reiteradas “declaraciones parcializadas” del portavoz de la ONU, acerca del despliegue militar estadounidense en aguas del Caribe.

Indicó que el tema fue planteado en reiteradas ocasiones, de manera privada, al Secretario General y ante su inacción divulgaron “la denuncia pública” con la esperanza de poner fin, de una vez por todas, a esta práctica.

En la misiva Moncada manifestó su “categórico rechazo” en lo que parece ser un asunto recurrente sobre las declaraciones formuladas este jueves por Dujarric en rueda de prensa.

El diplomático bolivariano calificó las declaraciones del portavoz, al igualar a Estados Unidos y a Venezuela ante el despliegue militar, como una “grave desfiguración de los hechos y una equiparación inmoral entre el agresor y la víctima”.

No es la República Bolivariana la que lleva a cabo “acciones hostiles, maniobras provocadoras e intimidatorias” a pocos kilómetros de sus costas con bombarderos B1-B, los cuales vuelan directamente hacia el espacio aéreo estadounidense, afirmó.

Recordó, asimismo, los casi 20 ataques aéreos estadounidenses contra pequeñas embarcaciones de pescadores, en los que más de 70 civiles fueron objeto de ejecuciones extrajudiciales, que no es más que asesinato.

Sobre los ejercicios militares desarrollados por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana dentro del territorio nacional, Moncada aseveró que constituyen un derecho legítimo de cualquier estado en virtud de la Carta de las Naciones Unidas.

Finalmente, exigió a Guterres adoptar medidas inmediatas y públicas a fin de aclarar la situación, “identificando sin ambigüedades la fuente de la escalada” y condenar el provocativo despliegue militar; exhortar al Gobierno estadounidense a que se retire de manera inmediata de la región, cese sus amenazas, así como garantizar que las futuras declaraciones de su portavoz sean imparciales.

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