En un artículo publicado en su página web oficial, la ONU pidió que se garantice el acceso a esa zona a los equipos que brindan ayuda y señaló que el alto comisionado para los Derechos Humanos, Volker Türk, condenó las matanzas de civiles, las ejecuciones por motivos étnicos y otras atrocidades perpetradas por fuerzas paramilitares que tomaron la ciudad.
Türk pidió una acción internacional inmediata y exigió detener los ataques.
Por su parte, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) informó que casi 100 mil personas huyeron de ese territorio y sus alrededores durante las últimas dos semanas.
En una conferencia de prensa, la jefa de la suboficina del Acnur, Jacqueline Wilma Parlevliet, indicó que existen numerosos informes de agresiones, violencia sexual y escenas de desesperación.
“Los padres buscan a sus hijos desaparecidos, muchos de ellos traumatizados por el conflicto y el peligroso viaje para ponerse a salvo. Incapaces de pagar los rescates, las familias perdieron a jóvenes varones, detenidos o reclutados a la fuerza por grupos armados”, afirmó.
Además, señaló que quienes buscan refugio se enfrentan a largas y peligrosas travesías, deben sortear puestos militares y sufren la escasez de agua y alimentos.
Asimismo, hay personas como los ancianos y discapacitados que no logran huir, otras son devueltas a la fuerza y otras deben establecerse en lugares totalmente desconocidos, apuntaron las agencias de la ONU.
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