De acuerdo con el texto, 12 de noviembre pasado el Instituto de Salud Pública etíope notificó a los Africa CDC ocho casos sospechosos, con muestras clínicas recolectadas y presentadas al Laboratorio Nacional de Referencia para realizar más pruebas.

Sin embargo, a medida que continúan las investigaciones, aún no se establece una etiología confirmada.

La ministra de Salud, Mekdes Daba, informó ese mismo día al director general de la agencia de salud de la Unión Africana, Jean Kaseya, quien reconoció en esa acción la detección temprana y transparencia que caracteriza a Addis Abeba cuando hay un evento sanitario.

Kaseya expresó todo el apoyo de los Africa CDC y del el continente para contener rápidamente el posible brote.

La víspera, en su habitual conferencia semanal sobre emergencias de salud, reveló a los Estados Miembros información preliminar y la preparación para la respuesta. El equipo de la agencia sanitaria africana en el país colabora estrechamente con las autoridades nacionales y proporciona apoyo técnico, aseveró.

Subrayó que continuarán trabajando con el Gobierno de Etiopía y sus asociados y emitirán actualizaciones oportunas a medida que dispongan de más información y sean confirmados los resultados de laboratorio. De ser necesario, movilizarán la asistencia adicional, concluyó.

Las fiebres hemorrágicas víricas son enfermedades infecciosas que pueden poner en peligro la vida. Pueden dañar las paredes de los pequeños vasos sanguíneos y causarles fugas, además de evitar que la sangre se coagule.

Los síntomas incluyen fiebre, diarrea, vómitos, sangrado y, con frecuencia, causa la muerte. Solo puede propagarse por contacto directo con fluidos corporales infectados y/o con superficies, objetos y materiales que hayan estado en contacto con una persona enferma.

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