Un individuo llamó esta tarde a una comisaría de la Policía para decir que había colocado un artefacto explosivo en la instalación de la empresa de comunicación, a la que acusó de “propaganda” y amenazó con volar, mensaje al que las autoridades dieron credibilidad, desatando la operación.

Los trabajadores de BFM TV y RMC fueron evacuados, se estableció un perímetro de seguridad en el barrio ubicado en el distrito 15 de París y las fuerzas especializadas realizaron una revisión con la ayuda de canes, que no encontró bomba alguna.

La amenaza se produjo dos días después de que Francia recordara a las 132 personas asesinadas el 13 de noviembre del 2015 por un comando terrorista que atacó la sala de concierto Bataclan, cafés capitalinos al aire libre y el Stade de France, en el vecino departamento de Saint-Denis.

El país sigue en alerta frente al flagelo, un peligro que continúa latente, según el fiscal nacional antiterrorista, Olivier Christen, y el ministro del Interior, Laurent Núñez, quienes advirtieron sobre un riesgo principalmente endógeno, a partir de la radicalización de individuos.

De acuerdo con Núñez, en lo que va del 2025 han sido frustrados seis atentados terroristas.

Una reciente encuesta de Ipson BVA para La Tribune Dimanche reflejó que siete de cada 10 franceses tienen la preocupación de que el flagelo vuelva a impactar en suelo galo.

El miércoles de la pasada semana, un individuo embistió con su vehículo a varias personas, causando heridas a cinco, en la isla de Oleron, situada en la costa atlántica del departamento de Charente Marítimo, donde gritó “Allahu Akbar” (dios es más grande) en el momento de su arresto, hecho que de momento no ha sido etiquetado como terrorista, ante alegados problemas psiquiátricos del autor.

No se trata de un caso aislado, ya que el sábado anterior fue noticia el arresto y procesamiento de tres mujeres en octubre, a las que se atribuyen planes de atentado contra un bar o una sala de conciertos.

Por su parte, el 1 de noviembre acaparó igualmente la atención mediática el arresto de un joven de 20 años nacido en Afganistán, presentado ante la justicia por sus presuntos vínculos con la organización yihadista Estado Islámico de Khorasan (EI-K).

La detención tuvo lugar en Lyon, con reportes que citaron la probable relación del acusado con el envío de fondos y la traducción y diseminación de propaganda del EI-K, una rama del Estado Islámico particularmente vigilada en los últimos años por diversos países occidentales y Rusia.

En este contexto se explica por qué las autoridades tomaron muy en serio la amenaza de bomba contra BFM TV.

La persona responsable del mensaje, de ser hallada enfrentaría hasta dos años de cárcel y una cuantiosa multa.

jcm/wmr