En un comunicado de la Comisión Nacional 20 de Diciembre, encargada de investigar esos hechos, se precisa que la solemne ceremonia tuvo lugar en el Cementerio Jardín de Paz, en esta capital.
En el informe se subraya que este hecho representa un paso significativo en el proceso de dignificación y memoria de los fallecidos, heridos o desaparecidos durante esa agresión militar.
A juicio del doctor Rolando Murgas, presidente de ese colectivo, la Comisión continuará con la misión de identificación de víctimas, considerada un asunto de interés nacional.
A pesar del luto y el dolor, este tipo de acciones, dijo, brinda tranquilidad a las familias saber dónde reposan los restos de sus seres queridos, con la certeza de que han sido identificados de manera precisa.
A su turno, el Procurador de la Nación, Luis Gómez, reafirmó la obligación del Gobierno de rescatar la memoria histórica, de hacer justicia frente a las consecuencias de los hechos ocurridos y de sanar aquellas heridas que el pasado generó y que corresponde atender.
Según se conoció, desde 2020, se han realizado exhumaciones en el Cementerio Jardín de Paz, y en 2021, en Monte Esperanza, Colón, como parte de los esfuerzos para dar respuestas a las familias.
Hasta la fecha, las familias de las víctimas han aportado 105 muestras de ADN, que han sido utilizadas para la creación de una base de perfiles genéticos.
Datos de instituciones públicas y la Iglesia católica señalan que poco más de 600 personas perdieron la vida en la invasión, además de otras desaparecidas y más de dos mil recibieron heridas, pero el grupo que investiga los hechos estima en más de cuatro mil las víctimas mortales.
En 2021, el Gobierno de turno decretó el 20 de diciembre Día de Duelo Nacional, y estableció que la bandera del país istmeño deberá ondear a media asta, aunque la jornada no prevé el cierre de oficinas públicas ni privadas.
Este 2025 se cumplen 36 años en que Panamá fuera laboratorio de la más alta tecnología de guerra diseñada por los Estados Unidos.
La denominada Causa Justa, cuyos objetivos expuestos eran acabar con la supuesta dictadura y capturar al exgeneral Manuel Antonio Noriega, restaurar la democracia y dar bienestar al pueblo, en realidad trajo la muerte, sobre todo en barrios humildes como El Chorrillo, en esta capital.
Además de las pérdidas humanas, la agresión ocasionó la destrucción de gran parte de la infraestructura del istmo, dejando a miles de personas sin hogar.
Entonces las tropas norteamericanas no hicieron el menor esfuerzo por limitarse a blancos militares, y evitar daños a las vidas y bienes de la población civil.
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