Les Bleus consiguieron el jueves su octava clasificación consecutiva a un mundial, en este caso para la cita que organizarán Estados Unidos, México y Canadá, tras vencer a Ucrania 4-0, por lo que el viaje a Bakú es de puro trámite, ya que los locales están sin opciones de repechaje en el grupo D.
Al estadio Tofik Bakhramov los galos llegarán con 13 puntos cumplidas cinco jornadas, mientras que Azerbaiyán acumula apenas uno, con Islandia y Ucrania que definirán el segundo puesto de la llave.
Francia no tendrá en la convocatoria a su capitán y gran estrella Kylian Mbappé, quien marcó un doblete contra los ucranianos, por molestias en un tobillo, que lo llevaron de regreso el viernes a Madrid para practicarle exámenes médicos.
La víspera, el entrenador Didier Deschamps dijo a la prensa que optó por no correr riesgo alguno con Mbappé, lo cual motivó que retornara a su club, el Real Madrid.
No será la única ausencia de les Bleus en Bakú, ya que a las lesiones conocidas de estelares como Ousmane Dembélé y Désiré Doué se sumaron en los últimos días las de Eduardo Camavinga y Manu Koné.
Deschamps debe mandar a la cancha un eje de ataque inédito, integrado por Christopher Nkunku, Jean-Philippe Mateta y Hugo Ekitike, con varios cambios también en otros sectores del juego.
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