El viceministro del ramo, Hussam Hallaq, explicó que el ensayo forma parte de un programa nacional dirigido a modernizar las capacidades de respuesta y reforzar la protección de la población civil frente a las minas y explosivos remanentes de la guerra.
Precisó que se trata de la primera prueba de su tipo en Siria y Oriente Medio, y destacó que el dispositivo demostró alta precisión en la identificación de objetos contaminados, aportando datos sobre peso, profundidad y tamaño.

Hallaq afirmó que el empleo de drones permitirá acelerar las operaciones de análisis y reducir los riesgos para los equipos de desminado, en consonancia con las normas internacionales de seguridad.
El director del Centro Nacional de Acción contra las Minas, Fady Al-Saleh, puntualizó que esta tecnología permite estudiar grandes extensiones en pocos minutos, detectando objetivos a profundidades de hasta siete metros.
Aclaró que la aeronave inspeccionó 10 mil metros cuadrados en 35 minutos, lo que representa un avance considerable respecto a los métodos manuales.

Reconoció, sin embargo, algunos desafíos técnicos relacionados con la falta de torres GPS en Siria, lo cual genera un margen de error limitado.
El director del Departamento de Estudios y Evaluación de Riesgos del Centro de Acción contra las Minas, Majid Sabou, resaltó que el mecanismo facilita la identificación precisa de zonas contaminadas mediante coordenadas, incrementando la seguridad del personal y acelerando las labores humanitarias.
Un informe publicado recientemente por organismos internacionales alertó sobre un preocupante incremento de víctimas por explosiones de minas en Siria entre el 15 de agosto y el 15 de octubre de este año.
El reporte documentó 102 incidentes relacionados con explosivos remanentes de la guerra, que resultaron en la muerte de 39 personas, entre ellas dos mujeres y 14 niños, y lesiones a otras 113, incluidos seis damas y 52 menores.
El documento señaló que estos incidentes elevan la cifra total de víctimas desde diciembre de 2024 a mil 426, con 552 fallecidos y 874 heridos.
Indicó que la contaminación por municiones sin detonar representa una de las amenazas más graves para los civiles sirios, especialmente en tierras agrícolas y zonas de pastoreo, donde se registraron 27 muertes y 64 heridos mientras intentaban ganarse la vida.
El informe subrayó además que los hombres y los niños constituyen el grupo más afectado y que el acceso a servicios médicos, rehabilitación y prótesis continúa siendo limitado, agravando el sufrimiento de los heridos, sobre todo de los menores, quienes requieren atención continua debido a su crecimiento.
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