Cuando los periodistas le preguntaron a Trump la noche de este domingo qué quiso decir al afirmar que Maduro quiere dialogar, el mandatario simplemente respondió: «¿Qué significa eso? Díganmelo ustedes, no lo sé». «Hablaré con cualquiera», añadió de inmediato. «Veremos qué sucede», subrayó.
Trump aseguró el viernes que «en cierto modo» ya decidió sus siguientes pasos sobre Venezuela, pero «no puedo decirles qué es», comentó a los periodistas desde el Air Force One.
Las declaraciones ocurren justo cuando el portaaviones más avanzado de Estados Unidos ingresó en aguas del mar Caribe esta jornada en lo que sería una demostración de poderío militar en el contexto de esta escala de tensiones con Venezuela.
Anunciado en un comunicado del Ejército de Estados Unidos, el arribo del USS Gerald R. Ford a la zona desata innumerables interrogantes acerca de las reales intenciones de tanto despliegue militar en la región.
También coinciden los comentarios de Trump con el reporte del ataque número 21 de las fuerzas estadounidenses el sábado a una embarcación en el Caribe y el Pacífico oriental (en este caso fue ahí). Como resultado fallecieron tres personas, elevando el número de muertes a 83 desde que Estados Unidos comenzó su campaña antidrogas el 2 de septiembre.
Además, coinciden con el inicio de provocadores ejercicios militares de Estados Unidos en Trinidad y Tobago, muy cerca de Venezuela.
Con el traslado de este gran buque de guerra se completa el mayor despliegue de poderío militar del Pentágono en esa zona en décadas, sumando ya alrededor de 12 mil a 15 mil efectivos y casi una docena de navíos como parte de la Operación Lanza del Sur.
El secretario de Estado, Marco Rubio, reiteró que Estados Unidos no reconoce a Maduro, presidente electo democráticamente en Venezuela, y en su lugar insiste en la retórica de acusaciones en su contra.
En un comunicado que publicó en la red social X, Rubio expresó que el Departamento de Estado tiene la intención de designar al Cártel de los Soles como organización terrorista extranjera y que, según sus imputaciones, señala al líder venezolano y otros altos cargos de su gobierno como responsables y miembros de ese grupo criminal.
Para el 24 de noviembre, cuando la designación entre en vigor, Estados Unidos considerará delito proporcionar apoyo material al cartel o a sus miembros.
El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino, advirtió que «la paz en el Caribe está siendo amenazada» sobre la base de una mentira «construida en el Departamento de Estado» de Estados Unidos.
Por su parte, el canciller, Yván Gil, denunció que se enfrentan a «un intento de invasión, un intento de agresión, un intento de sometimiento de una población libre y soberana, en violación a todos los principios internacionales de los derechos que conocemos».
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