El sábado se realizó la polémica ceremonia religiosa en Verdún, sitio de una batalla importante de la Primera Guerra Mundial en la que participó el militar, en medio de protestas y denuncias por la homilía dedicada a una figura que en Francia genera rechazo por su apoyo a los ocupantes alemanes, responsables de crímenes de lesa humanidad.
Pese al malestar y a las críticas, la justicia permitió el homenaje, organizado por la Asociación para la Defensa de la memoria de Petain, quien durante la Segunda Guerra Mundial encabezó el llamado régimen de Vichy, que colaboró con los nazis hasta el final del conflicto.
La Prefectura del departamento de Meuse reclamó ante la justicia por los comentarios “revisionistas” de la Asociación, que consideró al mariscal “el primer resistente”.
Por su parte, el ministro del Interior, Laurent Núñez, señaló que la actividad desarrollada en Verdún fue un ataque a la memoria colectiva
Condeno firmemente cualquier intento de rehabilitar a una figura vinculada a la colaboración y la opresión, subrayó en las redes sociales.
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